Roberto Gallina (81 años), entre otras cosas, fue piloto en los años 70 en el Mundial defendiendo los colores de marcas como Laverda, Motobi, Benelli y Ducati. Además, fundó el “Team Gallina” que conquistó dos mundiales de 500 cc con Suzuki. El de 1981 con Marco Lucchinelli y, al año siguiente, con Franco Uncini (quien ahora trabaja para Dorna).
El emprendedor italiano mantuvo durante años una estrecha relación con Suzuki. En la década de los 80 el millonario japonés Yoshiyuki Hayashi, dueño del circuito de Fuji, le propuso la idea de construir una moto excepcional. El resultado fue la Quattro 750, propulsada por un muy modificado propulsor GSX-R750 (un modelo de Suzuki supuso un antes y un después en el motociclismo).
Como ejemplo de lo que cambiaba el motor, la cadena de la distribución del cuatro en línea se sustituyó por un más preciso sistema de engranajes. En el banco de pruebas la Gallina 750 dio 130 CV a 13.000 rpm frente a los 105 CV del motor de serie.
Gallina-Hayashi Quattro 750
Para el chasis se eligió una estructura híbrida de tubos y placas de aluminio mecanizado, que se complementó con suspensiones Marzocchi. Roberto Ugolini fue el responsable de la carrocería. No es ninguna casualidad que la Gallina-Hayashi Quattro 750 se parezca a la Bimota YB7, porque Ugolini también trabajó para la marca italiana.
El objetivo inicial era competir con esta moto en el Mundial de SBK pero la recesión económica que sufrió Japón en los años 90 significó el final del proyecto. Solo se produjeron 10 prototipos, y cada uno costó en aquella época alrededor de 250.000 dólares (221.000 euros), que teniendo en cuenta la inflación hoy serían alrededor de 490.000 dólares (433.000 euros) nada menos.
Por desgracia, la Gallina-Hayashi Quattro 750 nunca pudo demostrar su potencial en el Mundial de SBK. La unidad que ves en las fotos está a la venta en la ciudad de Nueva York, por 50.000 dólares (44.200 euros), un chollo si piensas lo que costó y su exclusividad…
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