Hablar del “mejor piloto de todos los tiempos” nos parece como filosofar sobre el sexo de los ángeles. No creas, no es asunto baladí pues Santo Tomas de Aquino dedicó muchas páginas de su Summa Theologiae para discernir sobre la naturaleza, actividades y estatura moral de los ángeles. Por tanto, no nos atrevemos a decir si el más grande de todos los tiempos es Hailwood, Ago, Roberts o Valentino, por citar algunos que siempre están en la lista. El caso es que no creo que haya muchos aficionados que discutan la grandeza de King Kenny Roberts.
Para los desmemoriados, baste decir que Kenneth Leroy Roberts en 1978 desembarcó en Europa y arrasó. Acabó con la hegemonía de Barry Sheene (el Rossi de los 70) y ganó de forma consecutiva el Mundial de 500 cc en 1978, 79 y 80.
Una Yamaha TZ500 Kenny Roberts a estrenar
Si eres fan del Marciano, puede que te interese saber que la casa británica de subastas Collecting Cars pone al alcance de un afortunado (o afortunada) la que sin duda es una moto especial. Se trata de una Yamaha TZ500 con “cero km”. La carreras-cliente se fabricó en 1982, nunca se ha usado y tiene hasta los neumáticos originales (no recomendamos rodar con ellos… ¡!).
La unidad ha estado en el Reino Unido e Italia, siempre en manos de coleccionistas. Para preservarla lo máximo posible, se ha mantenido en un lugar seco, lo que ha favorecido su perfecta conservación. Esta montura desciende de la icónica Yamaha YZR500 con la que El Rey hizo historia. El motor es un tetracilíndrico en línea de 2T de 500 cc capaz de rendir unos 115 CV. Son caballos de pura raza, de un motor 500 dos tiempos sin electrónica…
“Desde que empezamos con esto, hemos vendido más de 170 motos muy especiales. Con una Honda RC213V-S conseguimos el récord mundial de recaudación en una subasta para una moto japonesa. Pensamos que la (casi a estrenar) Yamaha TZ500 de 1982 va a despertar bastante interés en todo el mundo. Lo más probable es que la adquiera otro coleccionista pero sería maravilloso que se utilizase en un circuito. Después de todo, para eso fue construida”, señaló Edward Lovett, fundador de Collecting Cars.
En el momento de escribir estas líneas y a falta de 24 horas para que terminase la subasta, ya había se habían alcanzado las 30.000 libras (35.554 euros). Como dice Edward Lovett, lo más probable es que el nuevo dueño ni la ponga en marcha. Pero sería maravilloso ver (y oír, y oler) a la TZ500 rodando en un circuito.
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