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0 Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de Mujer, un día que (aunque muchos así lo crean) no es de celebración, sino de reivindicación. Reivindicación económica, laboral y social con un objetivo claro y simple: la igualdad entre hombres y mujeres.
Aunque el camino que queda por recorrer todavía es largo, poco a poco vamos aprendiendo, cambiando y normalizando ciertas situaciones que antes, ilógicamente, era imposible ver como “algo normal”. Un ejemplo claro lo encontramos en la figura de la mujer motera.
Las mujeres y las motos
Cada vez es más habitual ver a mujeres motoristas, pero hasta hace poco no era así. En nuestro país hay más de 24 millones de mujeres y, según ANESDOR, poco más del 20% conducen motos. Tal vez parezca un dato muy bajo, pero si echamos la vista a atrás y comparamos con otros años donde las motos eran solo “cosa de hombres”, es un dato alentador. Han sido muchas las mujeres que poco a poco han ido abriendo camino con fuerza para que a día de hoy, el género sobre la moto no sea relevante.
Anna43 (SoyMoto), UnaMoteraCualquiera y Mujeres Moteras, las embajadoras femeninas más importantes de KOMOBI – la empresa española dedicada al desarrollo de productos de seguridad y localización para las motos y moteros – han hablado acerca de su experiencia sobre las dos ruedas. Anna 43 lo tiene claro “la moto te hace sacar tu mejor versión de ti, te hace ser valiente y decidida, pero más allá de esto, es lo más emocionante que se puede hacer en esta vida”. Por su parte, Una Motera Cualquiera responde al porqué hay que luchar por estar en moto, “por pasión, sentimiento, emoción, hermandad y felicidad. Porque lo que se siente sobre una moto… No hay montaña rusa que te lo dé. Porque da igual que seas mujer u hombre, en esta comunidad cabemos todos”, invitando a todas las mujeres a que escriban su propia historia sobre las dos ruedas.
Hoy en día todos conocemos a alguna mujer motera, pero esto no siempre fue así. “Cuando empecé no había mujeres, siempre era la única chica en todos los grupos, y ahora es algo que se está normalizando y es fácil coincidir con otras chicas en las salidas”, explica Anna 43.Aunque en más de una ocasión… “Se me ha discriminado más veces de las que yo era consciente, aunque también es cierto que poco a poco el mundo va cambiando” afirma Anna 43. Por su parte, Una Motera Cualquiera confiesa: “He de decir que he tenido la suerte de rodearme con personas que me han tratado como una más. Sí he podido escuchar alguna vez comentarios del tipo de “¿No es esa mucha moto para ti?” Pero cuando ese tipo de comentarios vienen de gente que no se ha subido nunca en una moto… No tienen valor ninguno”.
La moto como sinónimo de libertad
“Lo que más me satisface es que mi cerebro desconecta del mundo en el que vivo para concentrarse única y exclusivamente en la conducción. Dominar la moto que estoy llevando, conducir con la máxima eficacia en la técnica y divertirme con mis amigos o con quienes esté compartiendo esta aventura es una de las cosas más gratificantes que se puede hacer con la ropa puesta”, comenta Mujeres Moteras.
Una Motera Cualquiera recalca lo que para ella es clave en este sentido “la sensación de libertad, de poder con todo. Parece una tontería, pero cuando me pongo el mono me siento una super heroína. Pocas cosas me hacen más feliz que subirme en mi moto”, afirmando que la experiencia de ir en moto no tiene nada que se le parezca. “Creo que es el conjunto de sensaciones que te transmite la moto, el viento, la velocidad, tumbar la moto, acelerar, frenar, volver a acelerar… cuando lo juntas todo, se te dibuja una sonrisa”, explica Anna 43.
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