Circular en un vehículo conlleva siempre una gran atención por nuestra parte. Además de que el estado de nuestra moto sea el óptimo, también debemos estar atentos a las condiciones del firme, el tráfico o la climatología, que pueden cambiar o presentar algún riesgo sin previo aviso.
Lo cierto es que cuando vas en moto, más que en ningún otor vehículo, no puedes permitirte ningún despiste y debes estar concentrado al cien por cien durante el tiempo que dure el trayecto para evitar sustos. Cualquier mínima distracción puede implicar una situación indeseada con malas consecuencias.
Te contamos cinco cosas que debes evitar a toda costa cuando vas en moto…
Ajustes en marcha
Hay determinados ajustes que se deben hacer a la moto para adaptarla a tu conducción y que vayas cómodo en marcha. Estos ajustes, que pueden ser las manetas de freno, de embrague, los retrovisores o el equipamiento, son cosas que deben hacerse previamente y nunca durante la marcha. Antes de empezar la conducción, debes comprobar que está todo correcto para evitar soltar el manillar para hacerlo mientras conduces, algo que podría desestabilizarte o provocar que no vayas lo suficientemente pendiente a las condiciones del tráfico durante varios metros. Si de verdad tienes que “tocar algo”, para un momento y luego seguirás.
Distracciones del camino
Es habitual que, mientras montas en moto, ya sea en trayectos urbanos o haciendo un viaje, haya elementos que te llamen la atención. La ciudad está llena de estímulos y sabemos que puedes encontrar carteles luminosos, vallas publicitarias, escaparates de tiendas, coches ruidosos… incluso personas, o cualquier tipo de cosa que nos despiste y tengamos la tentación de observar.
Fuera del ámbito urbano, especialmente de viaje, puede ocurrir que haya paisajes llamativos que nos provoquen relajarnos en exceso y mirar más de la cuenta: montañas, un cielo maravilloso… Sea la situación que sea, debemos saber que nuestra mirada siempre debe estar enfocada a la conducción y al lugar al que nos dirigimos, y que cualquier distracción puede ponernos en una situación indeseada. Como antes: si lo merece, para (y envíanos la foto).
Equipamiento
Todos los motoristas sabemos que el equipamiento es esencial. Ya no solo el obligatorio por ley, también los que no son obligatorios son muy importantes para nuestra seguridad. Como indicamos en el primer punto, elementos como el casco, chaqueta o botas deben estar bien colocadas desde antes del inicio de la marcha: un guante mal encajado con la chaqueta puede dejar pasar frío y distraernos.
También debemos saber que, en caso de no llevar guantes o usar pantalones muy finos, podemos ser impactados por algún insecto o piedra del camino y que a causa de ese golpe perdamos el control de la moto. Por ello, procura ir siempre lo mejor equipado posible.
Móvil
El uso del teléfono móvil es también algo que debemos evitar, desde luego. Aunque tengamos un soporte para llevarlo, para seguir indicaciones del GPS por ejemplo, si no está debidamente colocado puede que tengamos que bajar mucho la mirada y, fijar la vista en la pantalla, nos puede llevar a conducir a ciegas durante unos metros. Además, es muy posible que en esos momentos nos lleguen notificaciones que salgan en pantalla y nos distraigan: mala idea.
Incluso con intercomunicadores, puede que mantener una conversación nos haga tener la mente en otro lugar y no estar al cien por cien atentos a lo que está ocurriendo en la carretera. Por no hablar de en qué estado nos deja tener una discusón telefónica… lejos de lo centrados que debemos estar al manillar. Por ello, lo mejor siempre será evitar su uso mientras conducimos.
Climatología
Es imprescindible tener en cuenta la climatología antes de salir en moto. Cuando vayas a salir de casa, mira al cielo y consulta el tiempo que hará ese día para ir adecuado y preparado. No usarás la misma chaqueta o calzado un día de lluvia que un día de sol. Si tienes equipamiento impermeable y no lo llevas dentro de la moto, debes saber si se esperan tormentas en las próximas horas para poder llevarlo contigo y no calarte en tus trayectos.
Otro ejemplo: según la luminosidad de ese día o si esperas hacer trayectos nocturnos por vías mal iluminadas, es otro factor a tener en cuenta para, por ejemplo, decantarte por un casco de visera clara o uno de visera oscura. ¿Qué es lo que debes evitar a toda cosa? Pues empeñarte en seguir tu camino sin parar a ponerte el chubasquero (si llueve), o quitarte las gafas de sol si anocheció. En resumen, parar y perder ese minuto o dos, que no pasa nada, y así ayudas precisamente a que “no pase nada”.
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