La tecnología avanza a pasos de gigante aunque a veces cuando pruebas (o tienes) una moto con más de diez, o veinte (si no más), años a sus espaldas te puede parecer que las actuales no son tan diferentes. En realidad sí lo son: aquí tienes cinco cosas que no teníamos en moto hace solamente una década… y la mayoría de ellas son un notable beneficio para la seguridad.
Frenos ABS en curva
La llegada a las motos de los frenos antibloqueo hará tres décadas fue un gran avance en seguridad. Pero enseguida fue evidente que hacía falta algo más: un sistema que básicamente era como el de los coches aportaba seguridad en las frenadas pero solamente con la moto recta. Cuando los sistemas ABS aumentaron su velocidad y sobre todo la electrónica permitió poder llevar en moto una centralita capaz de detectar rápidamente la posición de la moto en todos los sentidos, la conocida IMU o centralita inercial, todo cambió.
En MotoGP no lo tienen (y de ahí entre otras cosas caídas como esa de la foto) pero cuando pruebas una moto con ABS en curva descubres cuánta seguridad extra aporta este sistema: no se alargan innecesariamente las frenadas y puedes “tirar” de maneta o pedal con la moto inclinada sin miedo. Empezó en las deportivas, lo que ya señala su importancia en eficacia, luego a prácticamente todas las motos de alta cilindrada (trail, GT, naked), e irá llegando a todas algún día.
Control de tracción
Si el ABS, sobre todo el más evolucionado en curva, es una revolución de cara a las frenadas, el control de tracción lo ha sido cuando se trata de dar gas. Hace diez años ya había motos con sistemas de control de tracción, pero eran algo primitivos y de funcionamiento “tosco”, con cortes bruscos que en algún caso podían dar sustos en sí mismos, o que daban al piloto ganas de quitarlo… exponiéndose a un problema buscando el límite del agarre trasero con el gas.
Los actuales, gracias a centralitas más rápidas y sistemas mejor evolucionados, tienen un funcionamiento mucho más suave y ”fino”. Incluso son ajustables, de forma que permita derrapar en firmes deslizantes pero sin llegar a perder la estabilidad. Cuando en modelos de más alta gama se suma también a la combinación con la centralita IMU que citamos en el ABS se consigue una eficacia incluso en pilotaje deportivo impensable hace solamente diez años fuera de MotoGP…
Airbag
Hace diez años empezábamos a verlos en los circuitos, pero ahora ya existen prendas motoristas con airbag de todas las gamas y precios. Ha quedado clara su ventaja como protección, sobre todo en los sistemas “inteligentes” que se disparan cuando detectan un accidente en curso, y son un complemento ideal para las protecciones pasivas de siempre, que también han ido mejorando pero no de forma tan revolucionaria. La seguridad pasiva en moto depende del equipamiento que llevemos puesto, y el airbag es un salto hacia adelante en este sentido.
Motos eléctricas
Parece mentira pero hace diez años apenas había coches eléctricos, y ahora todas las marcas tienen varios (y algunas anuncian el fin de los motores de combustión…). Alguna moto había, pero eran minoritarias, quizás por eso nos deslumbró aquel primer BMW C-Evo que ya tenía prácticamente las prestaciones del recién presentado C-04… Pero ahora mismo hay una oferta grande, y va creciendo: hay marcas como Zero que ofrecen motos eléctricas de altas prestaciones, luego hay scooter de todo tipo con cierta especialización por el ámbito urbano y el uso en alquiler… Desde luego quien quiera una moto a la que no echar gasolina, lo tiene mucho mejor ahora que hace una década.
Bluetooth
Hace diez años el Bluetooth apenas servía para el ratón del ordenador, o para enviar música del móvil a un altavoz en el baño o la cocina… Pero ahora mismo muchas motos y scooter ofrecen conectividad con el móvil para sacarle todo tipo de provecho: desde informar si nos lleva un mensaje o llamada en el propio cuadro, a poder configurar las suspensiones o el modo de motor con una aplicación dedicada.
También recoger telemetría de nuestras rutas, cuánto hemos inclinado… Y también todas las funciones relativas a la navegación: indicaciones de la ruta a tomar en desvíos, avisos de radares o de la velocidad en ese tramo… Otra utilidad nueva es el uso en intercomunicadores de reciente generación, como los Cardo, para hablar no solamente con nuestro pasajero, sino en un grupo de motos que pueden no estar a la vista gracias a un alcance de varios kilómetros.
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