Dos motos de ensueño por una: Yamaha R1 1998 ¡y R7!

A finales del siglo pasado Yamaha lanzó una deportiva muy especial: la YZR R7 de 1999 era una moto en serie limitada, para su homologación de cara a competir en Superbike y Resistencia. Dos cifras bastan para ver su nivel, porque más de 20 años después todavía impresionan: 140 CV de potencia daban los cuatro cilindros con 749 cc de cilindrada, y solamente 162 kg de peso en seco. Esa moto es un mito, pero había una forma de sentirse (casi) mitológico: montar en una Yamaha YZF-R1 (que en sí misma ya revolucionó las deportivas en 1998) el “kit” de carenado que vendía en Estados Unidos Sharkskinz y que vestía la R1 como una R7 (por fuera). Pues la primera de las motos que montó ese kit está a la venta por apenas 6000 euros.

Yamaha YZF R1 1998 ¿o R7?

Hay que decir que la propia Yamaha R1 es una moto de ensueño: en 1998 como decíamos revolucionó el mundo de las deportivas con sus prestaciones, bajo peso y diseño de motor. Fue la primera en usar los “tres planos” para los ejes de motor (cigüeñal), primario de cambio (embrague) y secundario de cambio (piñón de salida). Es un diseño que permite acortar mucho el grupo motriz y que a partir de entonces los demás fabricantes han copiado: hoy en día casi todos los motores son así.

Con esta moto de ensueño hace un auténtico dos por uno porque compras lo que por fuera parece una R7, con su particular “mirada” (faros), pero por dentro es una R1 (de mecánica más popular y fácil de mantener, debemos añadir). Y si quieres dejarla en versión original R1, te dan todas las piezas que se cambiaron para poderlo hacer sin problema.

La moto es la primera que se montó y una de los 50 kits vendidos. Inicialmente fue una moto de exposición, que llegó directamente de Yamaha al fabricante del kit, y monta un escape Yoshimura cuyo silencioso es igual al que se usaba para la R7 en el kit de carreras. Tiene una caja de admisión propia con “Ram Air” y varias piezas extra (estriberas etcétera). Indica unos 27.000 kilómetros y no dan detalles de su uso o estado aunque se ve que lleva neumáticos nuevos y parece impecable.