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Suzuki había abandonado el Mundial a finales de 2011 para regresar en 2015, y ahora la marca de Hamamatsu sorprende con su nueva despedida de MotoGP.

Uno de los axiomas del periodismo es que las buenas noticias no son noticia… La ya anunciada retirada de Suzuki de MotoGP no es una buena noticia y supone un mazazo no solo para el Mundial, sino para todos los aficionados. El Planeta Azul no vivía sus mejores momentos y ahora, tras años de pandemia y la maldita guerra en Ucrania, parece que el proyecto de Suzuki en MotoGP ha sido víctima de los malos tiempos que corren.

No es la primera vez que Suzuki tiene que tomar una medida así de drástica. Competir en la categoría reina del motociclismo nunca ha sido barato pero los costes se dispararon con la llegada de los motores de 4T y las nuevas tecnologías. Las MotoGP se han convertido en ordenadores con ruedas con una aerodinámica avanzada y dispositivos que bajan la moto en las aceleraciones… Dicen que la cuerda se parte por el lado más débil y en este caso fueron las marcas más pequeñas: Kawasaki tiempo atrás y Suzuki.

Las retiradas de Suzuki en MotoGP

Mientras Honda o Yamaha han estado comprometidas con los Grandes Premios de forma ininterrumpida desde hace unos 50 años, Suzuki ya lo había dejado a mitad de los años 1980, cuando su tetracilíndrica “en cuadro” (RG500) se quedó obsoleta, antes de desarrollar una moto moderna (V4 como sus rivales) y volver con la RGV500. Ya en la era MotoGP, en 2011 la casa de Hamamatsu solo participó en el Mundial con una Suzuki GSV-R pilotada por Álvaro Bautista. Mientras que Loris Capirossi dejaba la escuadra al fichar por el equipo Pramac Racing. Una vez acabada la temporada, la marca abandonaba MotoGP. Al igual que ahora, las razones eran las mismas, la necesidad de reducir costes en medio de una debilitada economía global. Conviene recordar que el equipo de MotoGP ha estado corriendo sin patrocinador real porque Ecstar es la marca de aceites de Suzuki, y el resto de “pegatinas” son patrocinadores técnicos.

Parece que conseguir patrocinio, incluso para una compañía que en 2020 ganó el Mundial con Joan Mir, no ha sido fácil. Y no solo es un problema de Suzuki, el equipo de Rossi en MotoGP (tras esfumarse el supuesto dinero del misterioso jeque saudí) tuvo que buscarse la vida a última hora. En las bonitas GSX-RR de MotoGP se lee SUZUKI a lo bestia pero pensamos que los responsables de Hamamatsu habrían preferido tener ahí el nombre de un potente patrocinador para ayudar a apoquinar parte de los millones que cuesta una temporada.

Volviendo atrás, el 30 de septiembre de 2014 Suzuki Motor Corporation anunció que volvía a MotoGP. Así que en 2015 la casa de Hamamatsu regresó al Mundial con dos pilotos españoles, Aleix Espargaró y Maverick Viñales, quienes se encargaron de poner a punto la novísima GSX-RR. La escuadra estuvo dirigida por el eficaz Davide Brivio, procedente de Yamaha (y Rossi). La apuesta de la marca de fichar a dos pilotos jóvenes dio sus frutos. La Suzuki no dejó de mejorar y con ella Joan Mir ganaría el Mundial en 2020, justo 20 años después de que Kenny Roberts jr. le diese a la casa japonesa el que hasta entonces había sido su último título. Antes que junior, otro ilustre había alcanzado la corona más prestigiosa del motociclismo para Suzuki, nos referimos por supuesto a Kevin Schwantz. El tejano se proclama campeón del mundo en 1993, después de haber estado peleando durante años contra un muro: el binomio Wayne Rainey/Yamaha.

El que Suzuki abandone MotoGP significará que las marcas europeas (ApriliaDucati y KTM) se convertirán en mayoritarias, frente a Honda y Yamaha. Se volverá así a los tiempos en los que las máquinas del Viejo Continente (MV Agusta, Matchless, Norton…) dominaban la categoría de 500 cc.

El nuevo adiós de Suzuki a MotoGP es una muy mala noticia para el paddock. La pequeña/gran escuadra azul había conseguido una de las motos más equilibradas del paddock con un presupuesto mucho menor que el de algunos de sus rivales. Pero al final la Suzuki Motor Corporation es una multinacional que debe velar por sus intereses de la forma que considere más apropiada. Además de Joan Mir y Alex Rins, muchos hombres y mujeres trabajan para el equipo y ahora tienen comprometido su futuro laboral, a ellos en especial les deseamos lo mejor en estos difíciles momentos.

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ale.garciamontes
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