El motor de la BMW K100 es conocido y acogido entre los conocedores por ser uno de los más fiables. Mike flores es un fan y es por eso que decidió tomar esta BMW K100 como su primer reto Cafe Racer y aquí explica por que: «Escogí el K100 porque me encantó el diseño del motor, la cuadratura y los ángulos agudos». «Quería convertirlo en una moto que honrara los aspectos del diseño original que más me gusta».
Mike encontró una poco recorrida K100 de 1987, a la que le quedaba la mitad delantera del marco original, por lo que para completar a la nueva cunstom Killer K fue necesario tomar partes de otra K100, además de partes de otros modelos, como una Suzuki GSX-R1000, por ejemplo, o el par de ruedas, que aunque parece que son un juego realmente pertenecen a dos motos diferentes. La de frente es de una Triumph Sprint ST y la trasera de una K1200RS, el trabajo hecho por Mike en ella es lo que hace que el mecanismo de frenado funcione perfectamente.
La Killer K también tiene calibradores Brembo de GSXR, rotores Triumph Speed Triple, cilindros principales Brembo también, el delantero de una Ducati Hypermotard, interruptores de un Kawasaki Ninja (izquierda) y un Ducati 999 (derecha), y añadió un guardabarros delantero de fibra de carbono de un Monstruo Ducati 1200R.
Debido a la escasa experiencia con la que Mike cuenta como soldador de aluminio pidió a Cliff Meyer que construyera la capota trasera basándose en un modelo de cartón qué él le envió.
El cableado resultó ser el reto mayor en la construcción de esta custom dice Mike, pero tomo recursos de foros de internet entre otras cosas que arrojaron un buen resultado final.
Mike flores realmente un director de fotografía con sede en los Angeles, pero Mike decidió incursionar en el mundo de la construcción de una custom y cualquiera que lo haya hecho antes sabe que no es un reto fácil, sin embargo, aún siendo el primer trabajo de Mike Flores resultó gratamente exitoso. Por lo menos él se encuentra satisfecho.
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