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Conducción responsable en moto

Cuando nos subimos a la moto, debemos ser conscientes de que tenemos una gran responsabilidad no sólo con nuestra seguridad sino con la del resto de los usuarios de la vía. Por eso, es importante tener en cuenta una serie de consideraciones y consejos antes de emprender la marcha y pensar en diferentes campos como el equipamiento, la técnica, el estado de la moto y la propia circulación del tráfico y otros aspectos adicionales.

Sigue con Continental estos consejos y podrás disfrutar de la moto plenamente.

1. Equipamiento de motorista

El conductor, y también el pasajero, deben llevar el equipamiento adecuado para ir en moto. El uso del casco es obligatorio, pero recuerda que debe estar homologado, ser de tu talla y llevarlo correctamente abrochado. Nuestra recomendación particular es que elijas un casco integral, ya que ofrece mejor protección que los cascos abiertos en líneas generales. Están también en proceso de ser obligatorios los guantes, pero es esencial ir bien protegido tanto en las manos como en el resto del cuerpo, por lo que es una buena práctica contar con ropa específica de motorista para protegernos con guantes, pantalón, chaqueta y botas con protecciones especiales contra la abrasión y elementos reflectantes. Además, suelen ser artículos que protegen contra el frío o con ventilaciones para el verano y materiales impermeables contra la lluvia.

2. Conducir con la mirada

Seguramente has oído hablar en la autoescuela o en otro lugar de la recomendación de ‘mirar lejos’ cuando vas en moto. Esta técnica se trata de fijar la mirada a la zona hacia donde te diriges o a donde quieres dirigirte con tu vehículo. De esta manera, ayudas a tu moto a seguir la dirección con mayor precisión.

También hay que tener en cuenta que los retrovisores no están de adorno, por lo que es importante echar un vistazo a izquierda y derecha con una alta frecuencia, por ejemplo, cada 5-10 segundos en ciudad y cada 15-20 segundos en carretera. Con esta rutina, conseguiremos tener bajo control casi todo lo que está ocurriendo a nuestro alrededor y anticipar posibles riesgos. Además, al realizar alguna maniobra (cambios de dirección o de carril), no hay que olvidarse del ángulo muerto, ese punto ciego que queda fuera del ángulo de visión del retrovisor, por lo que siempre tendremos que echar una mirada lateral para asegurarnos de que no hay ningún vehículo pasando por nuestro lado.

3. Anticipación

Más que una técnica, se puede decir que es una actitud. Piensa en los posibles movimientos que pueden hacer el resto de vehículos, por muy alocados o incorrectos que parezcan, y deja espacio suficiente para poder reaccionar con tiempo ante ellos.

4. Distancias de seguridad

Siguiendo con estas medidas de anticipación, es muy importante tener en cuenta las denominadas distancias de seguridad, aquéllas que nos permiten modificar la velocidad o cambiar de dirección antes de una posible colisión. En el caso de la distancia con el vehículo que nos precede, debe ser la que nos permite frenar o detenernos antes de una posible colisión. Se suele hablar de la ‘regla de los 2 segundos’, que consiste en contabilizar 2 segundos de espacio desde que pasa el vehículo por un punto fijo de la vía hasta que pasemos nosotros o 3 segundos en vías interurbanas. Dicho esto, queda a tu elección valorar si necesitas 3 segundos o más en circunstancias más difíciles de adherencia como el estado del asfalto o la lluvia.

En este apartado también hay que hablar de los adelantamientos, donde debes valorar las circunstancias de seguridad respecto al vehículo que adelantas y en la distancia necesaria para completar la maniobra de adelantamiento sin comprometer a otros usuarios. Además, hay que recordar que ya no se puede superar la velocidad máxima en los adelantamientos, por lo que la maniobra se tiene que hacer en mayor tiempo y mayor espacio.

5. Revisión de la moto

Para algunos es de perogrullo, pero se hace necesario recordar que tu motocicleta o ciclomotor necesitan revisiones de manera periódica, no sólo para pasar la ITV sino para velar por tu seguridad. Desde Continental siempre abogamos por revisar lo primero el estado de los neumáticos cada poco tiempo (una vez a la semana) comprobando la presión, el estado general de la goma y la profundidad del dibujo. Ante un desgaste excesivo o anómalo, recomendamos sustituir los neumáticos por otros nuevos.

También es una buena costumbre revisar el alumbrado (luces de posición, cortas, largas, intermitentes y matrícula), estado de los espejos retrovisores, los frenos (líquido, cables, discos o tambores), los niveles de aceite y otros líquidos, la transmisión (cadena, cardán y correa) y el motor (fuga de líquidos, ruidos y filtros de aire, aceite y gasolina).

6. Cero alcohol, cero drogas

Por supuesto, olvídate del alcohol. No pienses en el límite (0,25 mg/l aire espirado) o si llegas o no para que te multen. Ten en cuenta que ingerir bebidas alcohólicas afectan negativamente a tus capacidades de conducir aumentan el riesgo de accidente de manera exponencial. Las drogas producen efectos igualmente perjudiciales. También ten en cuenta si consumes medicación. Consulta a tu médico por si afecta de alguna manera o lo hace incompatible con la conducción por posibles efectos adversos que te puedan poner en riesgo.

7. Prudencia en entornos urbanos y recorridos cortos

El usuario tiende a bajar la guardia en el entorno urbano y en los trayectos cortos, uno de los mayores errores que puedes cometer y que queda certificado por los datos negativos de siniestros y víctimas en estas áreas.

8. Mayor cuidado en condiciones adversas

Si normalmente hay que ir en moto con los cinco sentidos, cuando las condiciones son más duras, hay que poner un extra de atención y cuidado. En situaciones de lluvia, nieve, noche o baja visibilidad no sólo hay que extremar la precaución sino tomar ciertas medidas como reducir la velocidad, aumentar las distancias de seguridad, descansar más a menudo y cambiar nuestra forma de conducir. Por ejemplo, evitando pisar la pintura en condiciones húmedas, circular en marchas más largas y frenar y acelerar de manera más suave para evitar pérdidas de adherencia o adecuar la velocidad a la visibilidad cuando hay niebla.

9. Qué hacer en caso de caída

Si, por desgracia, sufrimos una caída, lo primero que debemos hacer es soltar el manillar para no ser arrastrados por la moto. No intentes levantarte antes de que todo tu cuerpo se haya detenido para no sufrir nuevas caídas y golpes. Por muy leve que haya sido la caída, tómate un tiempo en descansar y, si es necesario, pide ayuda. También haz una revisión completa de la moto para comprobar si puedes continuar con ella. Ante la más mínima duda, es preferible que pidas asistencia en grúa para que sea revisada en el taller. En cualquier caso, después de un golpe así, es recomendable que un profesional revise en profundidad si elementos importantes se han visto afectados como los frenos, las luces, el motor, las ruedas (llantas y neumáticos) o la batería.

10. Qué hacer en caso de ser testigo de un accidente: PAS

Recuerda que si eres testigo de un accidente, estás obligado a dar auxilio y pedir ayuda a las autoridades o asistencias médicas. En ese momento, se suele aludir a la regla PAS, que responde a las siglas de Proteger, Avisar y Socorrer. Esto es, en primer lugar, proteger a los accidentados, a nosotros mismos y al resto de los usuarios que se encuentren con el siniestro. Después, no hay que perder el tiempo y hay que avisar al teléfono de emergencias 112 para que acudan los profesionales sanitarios lo antes posible. En el último momento, será nuestro turno de socorrer dentro de nuestras posibilidades, pero sin intentar mover a los heridos, ya que podríamos empeorar la situación.

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ale.garciamontes
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