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Continental te ayuda en tus primeros pasos en moto

Nadie nace sabiendo, así que no te preocupes porque tú también puedes aprender a ir en moto. Sólo necesitas practicar y acostumbrarte a las características y circunstancias de conducir sobre dos ruedas. No se trata de obtener el carnet de moto (AM, A1, A2 o A, en cada caso) sino de saber circular en moto, algo que vas a adquirir con la experiencia, con paciencia y prudencia.

A continuación, hemos querido recoger cuáles son algunos de los consejos más valiosos que puedes tener en cuenta si eres conductor novato. ¡Toma nota y aplícalos cuanto antes!

Velocidad adecuada

Evidentemente, lo mejor es aprender despacio, a una velocidad en la que te encuentres seguro y cómodo. Poco a poco irás haciendo cada movimiento de manera más automatizada y sintiéndote con mayor confianza para poder moverte de manera más ágil, aunque siempre debes respetar los límites de velocidad máxima.

También ocurre a veces que, por excesivo miedo, rodamos a una velocidad excesivamente baja, lo cual es también peligroso, sobre todo en vías rápidas e incluso está prohibido circular a una velocidad menor de la mitad del límite máximo establecido para esa carretera. Por ejemplo, no deberías circular por debajo de 60 km/h en una autovía, donde el límite genérico es de 120 km/h.

En cualquier caso, adecua tu velocidad a las circunstancias lógicas por tipo de carretera, estado del asfalto, visibilidad, etc. La velocidad es uno de los principales factores de riesgo en la siniestralidad y en la gravedad de los accidentes de tráfico.

Cómo funciona el acelerador y el embrague

Se trata de uno de los retos a los que nos enfrentamos cuando empezamos a conducir un coche o una moto con marchas manuales: intentar que no se cale el motor. Tenemos que sincronizar la entrada de gasolina (acelerar) poco a poco con soltar la maneta del embrague para evitar que el motor deje de girar repentinamente por falta de par y deje de funcionar. Es cuestión de acostumbrarte al tacto de la maneta del embrague, por un lado, y al tacto del acelerador por el otro. Normalmente tienes que acostumbrarte en cada moto porque ese tacto suele ser un poco diferente en cada vehículo. Una vez que lo hagas dos o tres veces, ya no tendrás problemas.

En qué marcha tengo que ir

Cuando estás detenido, normalmente debes estar en punto muerto, mientras que al iniciar la marcha, debemos empezar en primera marcha. Según avancemos en velocidad, debemos progresar a segunda, tercera, cuarta o quinta e incluso ir en sexta marcha cuando hagamos velocidades altas de crucero por autopista. A la hora de circular por ciudad, es recomendable elegir bien la marcha en la que vamos, ya que el motor nos ayudará a acelerar más rápido si queremos avanzar con brío (marchas bajas). Sin embargo, es incluso más importante si queremos realizar frenadas o incluso detenciones. A la hora de reducir la velocidad, es mejor reducir de marcha para que el motor nos ayude a retener la moto. Si accionamos la maneta del embrague y únicamente utilizamos la fuerza de los frenos, estaremos desaprovechando esa capacidad extra de frenada y estaremos estresando demasiado a los frenos, provocando un gasto excesivo innecesario. Sólo hay una excepción: cuando queremos hacer una frenada de emergencia, debemos accionar la maneta del embrague para desengranar el motor y poder detener completamente la moto.

Papel de la maneta del embrague

Relacionada con la anterior. El motorista novato cree que tiene mayor control si aprieta la maneta del embrague y únicamente frena. Salvo a velocidades muy bajas, en las que hay que ‘jugar’ con el embrague para evitar que el motor se cale o cuando queremos hacer una detención total, el motor siempre debe ir engranado para que no perdamos el control de la moto y la tracción de la rueda trasera sea la que deseamos.

Técnica: Poco a poco

Al principio, no te preocupes tanto de la técnica, sino de ganar confianza a lomos de tu moto. Después, ya llega el momento de aplicar ciertos consejos que ayudarán a ir de manera mucho más segura en tu moto: contra-manillar, posición del cuerpo, mirada hacia la salida de la curva

Pies y manos, en su lugar adecuado

Recuerda mantener las manos siempre en los puños del manillar para tener el control en todo momento y poder reaccionar a tiempo ante cualquier imprevisto. Ayuda también en ciertos momentos tener uno, dos, tres o los cuatro dedos apoyados en la maneta del freno y en la del embrague para ser rápidos a la hora de frenar ante un imprevisto.

Lo mismo ocurre con los pies. La planta del pie debe estar apoyada en el estribo correspondiente para que hagamos los apoyos de la manera más natural y cómoda además de estar cerca de la leva del freno trasero (derecha) y la del cambio de marcha (izquierda).

Atentos a la ‘pata de cabra’

Las motos están diseñadas para que no puedas circular con la pata de cabra abierta, lo cual sería un peligro a la hora de tumbar hacia ese lado para girar. Si la mantienes desplegada y metes primera marcha, la moto corta el encendido y se apaga. Las primeras veces, te asustarás porque no sabes qué le ocurre a la moto. No te asustes. ¡No les pasa nada a la moto! Es por tu seguridad. Pliega la pata de cabra y, ahora sí, podrás meter primera y emprender la marcha.

Ojo con los intermitentes

En esta primera fase de experiencia, solemos estar muy concentrados con las diferentes acciones que debemos realizar para conducir y, una vez hechas, pasamos a pensar en lo siguiente. Esto nos ocurre con los intermitentes (¡incluso a veces a los más veteranos!). Los encendemos para indicar un giro o un cambio de carril, pero luego nos olvidamos de quitarlos, lo cual no es directamente peligroso, pero sí puede producir confusión en el resto de usuarios de la vía y, consecuentemente, algunas situaciones complicadas.

Cada vez son más las motos que cuentan con intermitentes auto-cancelables, es decir, que ellos solos se apagan transcurridos unos segundos, previendo que ya has finalizado la acción que habías indicado.

Cuál es la autonomía de tu moto

Hay motos que cuentan con indicador del nivel de gasolina o incluso con un cálculo de la autonomía en ese preciso momento… Pero otras simplemente cuentan con un piloto que te avisa cuando te quedan pocos kilómetros ¡o incluso nada de eso! Te recomendamos que conozcas más o menos cuánto te dura un depósito o, al menos, cuántos kilómetros tarda un depósito lleno en entrar en reserva. Al llenar un depósito, pon uno de los parciales a ‘cero’ y cuando vuelva a encenderse, sabrás cuántos kilómetros ha durado o simplemente haz el cálculo con el odómetro total.

Lógicamente, será una cifra aproximada, ya que variará según el uso que hagas en cada momento. Repite ese proceso varias veces para obtener una media. Así tendrás una idea bastante ajustada de cuánto podrías rodar sin necesidad de parar a repostar. En zonas pobladas y con servicios no suele haber problema para encontrar una gasolinera, pero sí que es algo que debes tener en cuenta en viajes largos y en zonas donde no conoces exactamente dónde se localiza la siguiente gasolinera.

Mantenimiento al día

Desde el primer momento, debemos ser conscientes de que somos responsables del mantenimiento de la moto. Sigue las instrucciones del manual de usuario respecto a temas como el cambio de aceite, cadena de transmisión, frenos, líquidos y, por supuesto, neumáticos, los cuales deben estar en buen estado y siempre con la presión adecuada.

Llevar pasajero

No hay ninguna limitación legal, pero te recomendamos que, primero, ganes confianza yendo en moto tú solo. Llevar pasajero modifica notablemente la dinámica y las inercias de la moto por lo que puede ser peligroso para ti… y para tu acompañante.

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ale.garciamontes
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