Las motos custom llevan más de medio siglo siendo toda una referencia dentro del mundo de las dos ruedas. Sus posibilidades de personalización solo pueden ser equiparadas a la sensación de libertad que proporcionan.
El término “custom” viene de “customize”; es decir, de modificar un producto original para convertirlo en algo adaptado a la personalidad o los gustos de cada uno. En el mundo de las motos, serían entonces todas aquellas que se modifican partiendo de un modelo de fábrica.
Sin embargo, al hablar de las motos custom, nos referimos en especial a un tipo de vehículo que posee determinadas características: motocicletas de crucero con aire clásico, sabor a los años 50 y 60, con motor en ve, sin guardabarros delantero y manillar “cuelgamonos”. Efectivamente, las estilo chopper o las Harley Davidson serían ejemplos perfectos.
El origen del “custom” se encuentra en el período posterior a la II Guerra Mundial, cuando excedentes de motocicletas del ejército estadounidense fueron utilizados por jóvenes americanos, sobre todo soldados, para crear nuevos modelos que intentaban romper con las estructuras de la época. Así es como surgen los garajes de customización y las primeras bandas de moteros en los años 50.
En este caso, la adaptación que se hacía a estas motocicletas consistía en quitarles todos aquellos elementos que resultasen accesorios, de manera que el vehículo resultase más ligero y se diferenciase de los demás. Esta intervención dio lugar a las motos estilo bobber o chopper, a las que además se les añadían componentes estéticos para hacerlas más personales.
Motos custom, tradición y rebeldía
Con el paso de los años, los pequeños garajes de customización dieron paso a talleres y profesionales especializados. En vista de la gran demanda, las propias marcas siguieron manteniendo las líneas clásicas de sus primeras motos, que eran el disparador de un proceso creativo que transformaba el estilo original del vehículo.
Incluso fábricas que poco o nada tuvieron que ver con el nacimiento del fenómeno “custom” comenzaron a sacar modelos dentro de esta línea. Los usuarios las acomodaban a su gusto, plasmando su sello de identidad.
En la actualidad, prácticamente todas las marcas tienen sus propias motos custom y piezas para modificarlas. Evidentemente, hay modelos muy exclusivos, cuyas posibilidades de adaptación son limitadas debido a su complejidad y a la escasez de componentes, pero también hay otros que se pueden personalizar de arriba a abajo.
Las motos custom siguen siendo un símbolo de libertad y todavía conservan ese espíritu de rebeldía contra lo establecido, ahora mezclado con el respeto a su tradición e historia. Y, sobre todo, puedes personalizarlas hasta obtener tu moto soñada.
Estilos de motos custom
Entre los diferentes estilos de motos custom, podemos destacar las siguientes:
Bobber. Surgen en los años 40, de la mano de marcas como Harley Davidson. Se caracterizan por ser “long and low” (largas y bajas), de manillares altos y anchos (estilo “cuelgamonos”) y por tener las dos ruedas del mismo diámetro.
Chopper. Su nombre proviene de “to chop”, que significa cortar; es decir, eliminar todo lo accesorio de la moto. Tienen el manillar similar a las “bobber”, pero en su caso son más bajas en la parte de atrás.
Street fighters. Se construyen sobre la base de un modelo deportivo. Se reconocen el uso de materiales novedosos, colines traseros muy elevados, tubos de escape de tamaños desproporcionados, aerografías sorprendentes, entre otros elementos.
Seas del estilo que seas, lo importante dentro del mundo de las motos custom es que la tuya sea única y especial para ti.
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