Si tu compañera de aventuras ha estado parada durante el invierno y estás deseando sacarla del garaje, ¡deberás poner a punto tu moto en primavera! Te contamos cómo hacerlo para que vuelvas a disfrutar de ella con seguridad. ¡Sigue leyendo!
Oficialmente, ya se terminó el invierno. ¿Estás deseando disfrutar de tu moto en primavera? Si eres de los que no utiliza la motocicleta en los meses más fríos del año, ¡no descuides la puesta a punto! Para circular con seguridad en la nueva estación, es muy importante que te ocupes del mantenimiento de la moto.
¿Cómo preparar tu moto para la primavera?
Para tal fin, te recomendamos que confíes en los profesionales de un servicio oficial posventa o un taller de confianza. Ellos tienen la experiencia y los medios necesarios para llevar a cabo todo tipo de operaciones de mantenimiento y reparación. Como, por ejemplo, comprobar el estado de la batería.
1. Batería: ¡que no te deje tirado!
Esta última debe ser el primer componente de la moto que se tiene que revisar. En el supuesto de que tu compañera de aventuras haya permanecido mucho tiempo parada, tocará verificar su estado y carga. Habrá que desmontarla, revisar el nivel del electrolito (en las baterías que requieren un mantenimiento), limpiar los bornes y, si fuese el caso, recargarla con un cargador inteligente.
Consejo:
Desde la Dirección General de Tráfico (DGT) recomiendan sustituir la batería de la moto cada dos o tres años.
2. Neumáticos: presión y estado, esenciales
Asimismo, para montar en moto en primavera con seguridad se debe prestar especial atención a los neumáticos. Antes de circular, comprueba su presión. Y una vez que la moto esté en el servicio oficial posventa o taller de confianza, sus profesionales se encargarán de examinar la profundidad de las ranuras de la banda de rodadura y observar si existen cortes, grietas o deformaciones en las cubiertas.
Consejo:
La presión de inflado de los neumáticos ha de controlarse una vez al mes y antes de preparar un viaje en moto. Y de forma más minuciosa, hay que vigilar su estado cada 5.000 km.
3. Equipo de frenos: revisión completa
Al igual que los neumáticos, el equipo de frenos forma parte de la seguridad activa de una moto. Y de su mantenimiento ha de encargarse un experto. Un mecánico profesional revisará latiguillos, pinzas, pistones, manetas, palanca, pastillas o zapatas, discos o tambores y líquido.
Consejo:
Por lo general, pastillas nuevas cada 15.000 o 20.000 km. Y el líquido se cambia en función de la especificación: una vez al año (DOT 5.1) y una vez cada dos años como máximo (DOT 4).
4. Suspensiones: ¿alguna fuga de aceite?
Aunque lo comprobarán en el servicio oficial posventa o taller de confianza, echa un vistazo a las suspensiones para saber si hay alguna fuga de aceite en la horquilla delantera o la amortiguación trasera. ¿Sabías que un mal estado de las suspensiones compromete la estabilidad de la moto? ¿Y que provoca un mayor consumo de combustible y desgaste tanto en los neumáticos como en la transmisión?
Consejo:
El aceite de la horquilla se suele sustituir cada dos años. Y los amortiguadores traseros cada 70.000 km.
5. Lubricante: un componente vital
En el mantenimiento de la moto en primavera no puede faltar una comprobación del estado y nivel del aceite. Hablamos de un componente vital para el buen funcionamiento del vehículo. Y no solo porque se encargue de lubricar las piezas del motor. Además, el aceite desempeña un destacado papel como refrigerante, absorbiendo y evacuando el calor que se produce dentro del propulsor.
Consejo:
Como medida preventiva, hay que comprobar el estado y nivel del lubricante una vez al mes. Y sustituirlo entre los 7.000 y los 12.000 kilómetros.
6. Anticongelante/refrigerante: protege el motor
Como habrás visto, una de las funciones del aceite es refrigerar el motor. Y de esto último también se ocupa el líquido anticongelante/refrigerante. Basado en un compuesto químico denominado etilenglicol, tiene como misión proteger el propulsor en situaciones de temperaturas extremas. Y gracias a su alto poder anticorrosivo, también se ocupa de limpiar y proteger las piezas del sistema de refrigeración.
Consejo:
La DGT nos recuerda que conviene comprobar el estado y nivel del líquido anticongelante/refrigerante cada dos meses.
7. Transmisión: con la cadena, ¡no te la juegues!
En cuanto a la transmisión secundaria, si es por cadena deberías aplicar un espray específico antes de acudir al servicio oficial posventa o taller de confianza. Los expertos advierten que una simple operación de limpieza, engrase y revisión de la tensión de la cadena es muy económica. Por el contrario, no hacerla podría derivar en una avería costosa.
Consejo:
Es recomendable engrasar la cadena cada 500 km, comprobar su tensión cada 1.000 km y tensarla cada 2.000 km.
8. Filtros: adiós a las impurezas
Para algunos usuarios, los filtros son una de las partes y piezas de una moto que pasan desapercibidas. Pero son más importantes de lo que parecen. Un filtro de aceite en mal estado puede llegar a provocar una avería en el motor. Y el rendimiento de este último también se verá afectado en el supuesto de que el filtro del aire se encuentre obstruido.
Consejo:
Sustituir el filtro de aceite cada dos cambios de lubricante. Y el filtro de aire, cada 30.000 kilómetros, aproximadamente.
9. Grupos ópticos: para ver y ser vistos
Al igual que en cualquier época del año, al montar en moto en primavera hay que asegurarse de que todos los grupos ópticos funcionan correctamente. En materia de visibilidad, unas luces en buen estado nos brindan un campo de visión óptimo, nos facilitan indicar nuestras maniobras y hacen que seamos más visibles para el resto de usuarios de la vía.
Consejo:
Alumbrado y señalización son defectos habituales en la ITV. Y si circulas con las luces en mal estado o no haces un uso correcto de ellas, serás sancionado. ¡No lo olvides!
10. Gasolina: ¡renueva tu depósito!
Finalmente, aunque los combustibles actuales poseen fórmulas que contribuyen a conservar sus propiedades, estas últimas se acaban perdiendo con el paso del tiempo. Si tu moto ha estado parada en la época invernal, pasa cuanto antes por una estación de servicio y llena el depósito con gasolina de calidad.
Ya puestos, aprovechando que tu compañera de aventuras se encuentra en un servicio oficial posventa o taller de confianza, solicita que la limpien. O si lo prefieres, puedes encargarte tú mismo. Si te decantas por esta última opción, te explicamos cómo lavar una moto a fondo.
Por último, no olvides equiparte correctamente. Desde el casco obligatorio hasta las botas de moto, pasando por la chaqueta, el pantalón y los guantes con protecciones, el equipamiento es tu seguridad pasiva. Y si le sumas un chaleco airbag de motorista, mucho mejor. ¡Disfruta de tu moto en primavera con seguridad!
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