Conducir una moto con alergia exige un ejercicio de responsabilidad. Explicamos cuáles son los principales síntomas de la alergia al polen y te ofrecemos unos consejos para que disfrutes de tu compañera de aventuras con seguridad. ¡Sigue leyendo!
La Dirección General de Tráfico (DGT) recuerda que entre abril y junio se produce la mayor incidencia de casos de alergia al polen. En dicho periodo, las flores emiten miles de granos diminutos –no confundir con esas pelusillas blancas que producen algunos árboles y plantas– que causan molestias y efectos que influyen en la conducción. Por ello, vamos a dedicar el presente post a explicarte cómo conducir una moto con alergia.
Cómo afecta la alergia a la conducción
Desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) señalan que las enfermedades alérgicas por pólenes afectan a más de ocho millones de españoles. De ellos, en torno a siete millones de ciudadanos son alérgicos a plantas gramíneas. Y, a buen seguro, un porcentaje importante corresponderá a usuarios de moto.
Si no sabes cómo afecta la alergia al polen a la conducción, los datos que maneja la DGT son realmente preocupantes. Según dicho organismo:
- Conducir con alergia puede aumentar un 30% el riesgo de sufrir un accidente de circulación.
- Los efectos de la alergia al polen, como los estornudos, el lagrimeo o el moqueo, disminuyen la atención a la conducción.
En relación con el último punto, circular a una velocidad de 90 km/h y estornudar repetidamente durante cinco segundos supone recorrer casi 150 metros a ciegas. ¡Más de la longitud de un campo de fútbol! Pero esa distancia se puede incrementar aún más si sumamos el instante previo a un estornudo y el tiempo que transcurre hasta recuperar la atención en la conducción. ¡Realmente peligroso!
Actualmente, se estima que el 30% de la población padece algún tipo de alergia. Y el 75% de los encuestados alérgicos reconoce que esa respuesta inmunitaria excesiva del organismo merma su capacidad de manejar un vehículo a motor.
Un panorama que, a buen seguro, se agravará en el horizonte de 2050. Para ese año, se prevé que la mitad de la población adulta sufrirá inflamación de la mucosa de las fosas nasales (rinitis alérgica) debido al polen de plantas gramíneas.
Principales síntomas de la alergia al polen
Por lo expuesto en el apartado anterior, queda claro que conducir una moto con alergia no es algo que debamos tomarnos a broma. Si en la época primaveral sufres alguno de estos síntomas, lo mejor es que visites al alergólogo.
- Como ya se ha comentado, la alergia al polen ocasiona estornudos frecuentes. Y estos, a su vez, motivan que no prestemos la suficiente atención a la conducción.
- Del mismo modo, esos granos diminutos que emiten las flores afectan a los ojos en forma de picor y lagrimeo. ¡Una auténtica molestia!
- Relacionado con los ojos, los cuadros alérgicos provocan que la luz diurna y artificial sea más molesta.
- Asimismo, otro síntoma de la alergia al polen es la secreción nasal abundante. ¿Te imaginas conduciendo una moto y llevándote la mano a la nariz constantemente para frenar el moqueo con un clínex?
- Entre las manifestaciones alérgicas se encuentran los problemas para respirar, la sensación de ahogo o falta de aire, la tos… Es lo que se conoce como asma alérgico, polínico o bronquial.
- Igualmente, las personas alérgicas al polen son más propensas a fatigarse y estar cansadas. Por cierto: conviene saber que la fatiga origina entre el 20% y el 30% de los accidentes de tráfico.
- Los síntomas de la alergia también incluyen alteraciones del sueño y somnolencia diurna.
- Y no menos relevante: la alergia puede ser causante de irritabilidad o depresión, estados que afectan negativamente a la conducción.
En definitiva, la alergia al polen tiene una relación muy directa con la seguridad vial. Por dicho motivo, es primordial conocer sus síntomas y, en caso de padecerlos, visitar a un especialista.
Claves para ir en moto si tienes alergia
Así pues, conducir una moto con alergia debe ser un ejercicio de responsabilidad. Si sufres alguno de los síntomas descritos anteriormente, nuestro primer consejo es que acudas a un alergólogo. ¡No te automediques!
Lo más probable es que el especialista te recete antihistamínicos. Pero debes tener cuidado, pues algunos medicamentos influyen en la conducción. En el caso concreto de los antihistamínicos, dificultan la concentración, disminuyen los reflejos y ocasionan inquietud y somnolencia.
Al margen de la medicación, poner en práctica una serie de recomendaciones te ayudará a disfrutar de la conducción con mayor seguridad. ¡Toma nota!
- En primer lugar, antes de ponerte a los mandos de tu compañera de aventuras es fundamental que consultes los niveles de polen. En la web de la SEAIC encontrarás un apartado dedicado a los niveles ambientales de pólenes. Y tanto en Google Play como en App Store podrás descargar apps gratuitas para alérgicos que te serán de utilidad.
- En lo referente al casco de moto, lo más apropiado es utilizar un casco integral o un casco modular cerrado. Asegúrate de bajar la visera y cerrar las entradas de ventilación.
- Si vas a utilizar el casco modular en configuración abierta o hacer uso de un casco jet, ponte una mascarilla de protección. Algunos fabricantes de equipamiento para motorista comercializan este tipo de producto. Y si prefieres acudir a una farmacia o un supermercado, los especialistas aconsejan adquirir mascarillas de tipo FFP2. Una buena idea es combinar la mascarilla con una pinza nasal antivaho.
- Una alternativa a la mascarilla podría ser una bandana o pañuelo de motorista. Al igual que con el casco u otro complemento de tu equipamiento motero, presta especial atención a la limpieza de estas prendas.
- Continuando con el casco, cuando vayas a comprar uno comprueba que su interior sea hipoalergénico –es decir, con un riesgo bajo de producir reacciones alérgicas– y extraíble para lavarlo. Si no tienes claro cómo hacerlo, te explicamos cómo limpiar de forma correcta tu casco de moto.
- Otro aspecto que has de tener en cuenta es la pantalla. Para proteger tu vista, elige un casco que cuente con una visera ahumada.
- Y puestos a proteger los ojos, utiliza unas gafas de sol para conducir en moto. ¡No vale un modelo cualquiera! Acércate a una óptica de confianza y déjate aconsejar por sus profesionales.
- Finalmente, procura no circular en las horas punta del día, ya que la concentración de polen es mayor, transitar por parques o zonas donde haya abundante vegetación ni practicar rutas o actividades moteras al aire libre si el nivel de polinización es alto.
Por lo que respecta a la higiene personal, evita tocarte o frotarte con las manos. Lávate estas últimas antes de refrescarte la cara o los ojos. Y para aliviar algún síntoma, una opción es emplear toallitas humedecidas libres de compuestos y alcohol y con pH neutro.
Seguro de moto para motoristas alérgicos: ¿qué coberturas elegir?
Por último, en lo relativo a conducir una moto con alergia también se ha de contratar un seguro de moto que incluya las garantías adecuadas. De manera especial, las coberturas de Asistencia en Viaje y Accidentes del Conductor.
Si debido a alguno de los síntomas de la alergia no podemos continuar conduciendo y nos encontramos mal, o sufrimos un accidente, el servicio de grúa de la cobertura de Asistencia en Viaje se encargará de trasladar la moto a nuestro domicilio o un taller para su reparación.
Y si el siniestro se salda con daños personales, la cobertura de Accidentes del Conductor nos cubrirá los gastos médicos y hospitalarios. Además, también contempla una indemnización en caso de invalidez o fallecimiento.
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