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0 Bueno, no exactamente, pero los materiales esenciales para fabricarla son plantas. ¿Quieres saber quién es y cómo fabrican esta moto?
El proyecto se hizo posible gracias a la colaboración de cuatro empresas de Holanda: InHolland, NPSP, van.eko, y el dúo de diseñadores waarmakers, quienes se encargaron de hacer una scooter con cierto toque de antaño, que además es amable con el ambiente gracias a su forma de producción y movimiento. Para empezar, es eléctrica, y si bien no te lleva a velocidades supersónicas (está pensada claramente para usarle en la ciudad como alternativa al transporte público), la batería aguanta dos horas (o 60 kilómetros, lo primero que suceda). Su chasis es llamado monocasco, ya que no necesita de un marco de metal para sostenerse, así como los cascarones de huevo no usan de un esqueleto para mantener su forma.
Este monocasco está hecho de bio-resina y lino holandés, que garantizan es sustentable, ligero y fuerte. Es perfecta para un pasajero, se recarga en tres horas y sólo necesita un cargador de 600 W. El parabrisas tiene una cubierta hidrofóbica que evita que las gotas de agua o suciedad empañen y obstruyan la vista de su conductor.
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