Antes de que llegaran las giras internacionales de motociclistas a nuestro país, la policía ya se encargaba de retar a la gravedad con números acrobáticos. ¿Quieres conocer algo de su historia?
Los escuadrones de motociclistas acróbatas del país comenzaron en una sola: la Germandería Motorizada, integrada por policías del DF, quienes en la mitad de los años veinte del siglo pasado se organizaron para ser un grupo bien estructurado. Las motocicletas que utilizaron eran Harley Davidson de 1200 centímetros cúbicos, y de un peso de 420 kilogramos. No sólo dedicados al espectáculo, sino también a ser agentes de tránsito y policía federal, comenzaron a realizar giras internacionales desde 1937 a países del continente, como Cuba, alcanzando un buen grado de popularidad hacia el centro y sur de América.
Esta disciplina y exigente arte se catapultó a nuevos niveles de popularidad en México gracias a la película ¡A toda máquina! (Ismael Rodríguez, 1951), en la que un famosísimo Pedro Infante hace mancuerna con Luis Aguilar en la fórmula de la pareja dispareja que rivaliza sanamente por el amor de la misma damisela. Actualmente, en muchos rincones de nuestro territorio hay policías motorizados que realizan suertes como pirámides sobre máquinas en movimiento, saltos entre aros envueltos de fuego y otras audacias. Ya se han presentado en lugares tan distantes como Japón y desde 1987 existe la Confederación Internacional de Motociclistas Oficiales y Policías de Caminos, al que pertenece uno de los escuadrones más numerosos.
No estamos diciendo que hagas lo mismo con la tuya, pues necesitas un entrenamiento muy riguroso para dominarla de esta manera.
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