Es evidente que en algunos aspectos del motociclismo femenino aún no hemos logrado encontrar la equidad que deseamos, sin embargo no podemos negar que hemos avanzado bastante en el tema. Pero… ¿De dónde viene esto de que las motos no son para mujeres?
Los factores que fijaron esta postura tenían mucho más que ver con aspectos socio-culturales que con la falta de interés o deseos de una mujer de subirse a una moto.
De entrada todos los deportes de motor se consideran desde el inicio de los tiempos como «cosa de hombres» (ideas de la cultura colectiva). Para construir y manejar un motor hay que ensuciarse las manos y la ropa, también hay que tener algo de fuerza y habilidades que implican que una mujer salga de su postura conservadora, limpia y femenina.
Otro factor influyente en el pasado, es que las mujeres tenían poco poder adquisitivo, no muchas tenían dinero para poder gastarlo en lo que quisieran. Una motocicleta no es un gusto al que se le puede calificar como económico y en el pasado una mujer no podía pedir dinero a su padre o marido para comprar y mantener una moto.
Que el motociclismo se considere como un deporte con cierto nivel de riesgo, también influye para que no muchas mujeres (muy a pesar de sus deseos), no se atrevan a practicarlo.
Estos factores, entre muchos otros, han influido para que las mujeres aparezcan poco en la historia del motociclismo, además, si alguna mujer se atrevía a participar en esta disciplina era inmediatamente señalada y subestimada por el resto de la sociedad. Ya dentro del área era mucho peor, porque si una mujer superaba a un hombre en habilidades y capacidad sobre un deporte que se suponía «era de hombres», esta era atacada. Por supuesto todo esto desalentaba a cualquiera, se necesitaba de mucho carácter, seguridad y convicción para decidir permanecer en un territorio tan machista como este.
Sin embargo, los tiempos han cambiado y todos esos obstáculos que en un inicio parecían un buen pretexto, ya no tienen lugar bajo las circunstancias en las que las mujeres nos encontramos hoy en día.
A las chicas de hoy no nos importa ensuciarnos las manos y tal vez no tenemos tanta fuerza física como un hombre, pero si muchas habilidades que nos permiten solucionar cualquier obstáculo que se supone nos debería impedir poder operar una moto. Hoy, una mujer tiene la capacidad y libertad económica para compara una moto y montarla si así lo desea. Pero lo más importante es que la mentalidad de una mujer y podríamos decir, de la sociedad en general, ya no es tan cerrada, de a poco hemos ido ganando un lugar importante tanto en el motociclismo como en cualquier área en la que deseemos participar.
No podemos cerrar esta nota sin mencionar a las Hermanas Van Buren, un par de mujeres que también alguna vez se preguntaron ¿De dónde viene esto de que las motos no son para mujeres? Ellas decidieron luchar contra todo prejuicio, dejando así una gran huella que ha abierto brecha en el camino de la historia del motociclismo femenino.
Dejamos aquí una nota donde pueden encontrar un poco de su trayectoria:
https://www.pasionbiker.com/las-hermanas-van-buren/
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