Todos sabemos que conducir durante largo tiempo en los días soleados puede ser muy agradable, pero convertirse en una tortura para los ojos. Primero, porque resulta incómodo y, segundo, por los peligros para la seguridad vial que suponen el deslumbramiento y la pérdida de visión momentánea.
Lo más importante es que las lentes de tus gafas de sol para conducir no sean de cristal, sino de un material que no se astille en caso de que sufran algún impacto fortuito. Podrían dañar gravemente tus ojos. Te sugerimos el policarbonato, un plástico altamente resistente.
Igualmente, es muy recomendable que la montura sea ligera y envolvente, ergonómica, de pasta o plástico. Evita las de metal. Si llegaras a tener un accidente se te podría clavar algún trozo en la cabeza o en cualquier parte del cuerpo.
Si se empañan, no son buenas
Si uno de los principales problemas para un motorista es el empañamiento de la visera del casco, imagina qué podría ocurrir si le pasara lo mismo a las gafas que llevamos pegadas a los ojos, ya sea por el sudor o por una ventilación insuficiente. Es por ello necesario que lleven un tratamiento antivaho.
También te aconsejamos que las lentes de tus gafas de sol para conducir tengan la capacidad de evitar los reflejos, los deslumbramientos y las ráfagas de luz más intensas. Lo óptimo es que sean polarizadas, porque mejoran la percepción de lo que nos rodea, aumentan el contraste y consiguen que las imágenes sean más nítidas.
Tampoco te conviene recurrir a lentes de tonos extraños, porque algunas de ellas cambian bastante la percepción de los colores. Algunas, incluso de manera notable, como sucede con las rosas o azules. El gris es lo ideal para tus gafas de sol para conducir, ya que es el que menos altera nuestra visión del entorno y además ofrece un contraste muy alto en los objetos.
Evita las imitaciones en tus gafas de sol para conducir
Es muy importante que adquieras unas gafas de sol para conducir homologadas. Son las que llevan la inscripción CE en su montura y garantizan que han pasado unos controles de calidad que te aseguran una protección efectiva de tus ojos de los rayos del sol, especialmente los UV, que son los más perjudiciales.
Estas gafas reflejan, además, un número de filtro contra el sol, dentro de un total de cinco niveles o categorías. En el caso de las gafas de sol para conducir, los niveles apropiados son dos y tres.
Pero, cuidado, todo lo dicho anteriormente no tiene sentido si al final te compras unas gafas de réplica. Al igual que han falsificado la marca, probablemente lo habrán hecho con la garantía CE. Además, al no tener filtro para rayos UV, serán más peligrosas para tus ojos que si no llevaras gafas de sol.
Recuerda también que si necesitas graduación, las gafas de sol para conducir también deberán serlo. Aunque también puedes recurrir a esos modelos que permiten su utilización encima de las gafas de uso habitual y entonces no sería necesario.
Que prime tu comodidad
Te aconsejamos valorar con cuidado el aspecto de la comodidad porque en un viaje largo, sin duda, podrías echar mucho de menos su ausencia. Las gafas deberían adaptarse al máximo a tus rasgos faciales y sería un punto muy a tener en cuenta que contarán con patillas revestidas de material acolchado.
Como vas a tener que ponerte las gafas debajo del casco, debes comprobar que entran bien en el interior, deslizándose correctamente y sin producir molestias. Ya que llevas gafas, lo ideal sería que tu casco fuera integral o con visera.
Pero, en cualquier caso, te recomendamos que si vas a elegir unas gafas de sol para conducir, te lleves también el casco para probártelos juntos. Al fin y al cabo, ambos deben resultar tan confortables, como funcionales.
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