¿Estás pensando en comprarte un scooter pero cuentas con un presupuesto ajustado? A continuación te mostramos algunos consejos para que no caigas en errores al elegir tu scooter de segunda mano.
El scooter es uno de los vehículos más utilizados para desplazarse por la ciudad. Se trata motocicletas pequeñas, ligeras y fáciles de conducir, por lo que son una gran opción tanto para conductores novatos como para aquellos que necesiten agilidad para desplazarse.
A la hora de elegir un scooter hay que tener en cuenta factores como sus prestaciones, equipamiento, estética o, por supuesto, el precio. Si queremos ahorrar dinero, una de las soluciones es comprar una scooter de segunda mano. Sin embargo, para no equivocarnos en su elección, debemos evitar una serie de errores.
Elegir tu scooter de segunda mano: errores que no debes cometer
- Comprar un scooter cuando no lo necesitamos: Hay que valorar si le vamos a dar un uso continuo y si su adquisición nos ofrece ventajas económicas a medio plazo y garantía de mayor comodidad. Asimismo, los scooters son motos ideales para recorrer pequeñas distancias o para moverse por la ciudad, por lo que si vamos a realizar viajes largos de forma habitual es mejor que elijamos otro tipo de motocicleta por ejemplo, una gran turismo o una de carretera.
- No tener referencias del vendedor: Para comprar una moto de segunda mano tenemos básicamente dos opciones: las tiendas de motos de ocasión y los particulares. En ambos casos es básico saber cuál es la reputación del vendedor y si existen garantías de negocio fiable. ¿Cómo saber más acerca del vendedor? Visitando la tienda en persona, preguntando a amigos o conocidos, buscando opiniones de otros compradores en internet, etc.
- No preguntar acerca de la moto: Podemos sacar muchas conclusiones acerca del estado de la moto haciéndole ciertas preguntas al vendedor. ¿Cuánto tiempo tiene la moto? ¿Ha tenido algún otro dueño? ¿Cuántos kilómetros le ha hecho en el último año? ¿Se le han hecho revisiones periódicas? ¿Ha tenido algún accidente? ¿Por qué la quiere vender?
- No analizar la moto “in situ” (tanto en parado como en movimiento): Todavía hay quien se atreve a comprar una moto (o cualquier otra cosa) “a ciegas”, sin comprobar cuál es su estado real, fiándose de imágenes que han visto por internet o en la simple palabra del vendedor. Para comprar un scooter de segunda mano hay que examinarlo por duplicado: primero en parado, para comprobar el estado de conservación de la moto, si tiene defectos superficiales o averías visibles; por otro lado, en movimiento, para ver cuál es la respuesta del motor, dirección, frenos, arranque, etc.
- Compraventa sin contratos ni documentación: Como compradores hay que asegurarse de que todo el proceso se realiza dentro de la más estricta legalidad. El vendedor debe realizar un contrato de compraventa en el que demuestre ser el propietario de la moto. También debe acreditar que la moto no tiene ningún tipo de carga económica, averías o vicios ocultos. Por último, hay que confirmar que la moto está autorizada para circular por vías públicas, es decir, que el seguro y el pago de los impuestos municipales están al día.
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