El momento en el que nos regalamos una moto es sin duda uno de los más satisfactorios que conocemos. Pero para evitar los errores más frecuentes al comprar una moto hay que tener pensados temas como el uso que vamos a darle o los cuidados que va a requerir. Aquí te dejamos los fallos más comunes para que los evites.
Comprar una moto sin probarla antes
Has visto la moto que quieres, has leído todos los foros y te sabes de memoria la ficha técnica, pero como pasa con la ropa, lo ideal antes de nada es probarla. Si tienes un amigo o conoces a alguien con ese modelo de moto siempre puedes pedirle que te deje dar una vuelta, y si no, la mayoría de los concesionarios oficiales de las marcas disponen de modelos de prueba con la que puedes experimentar de primera mano. Ahí podrás comprobar si la moto se ajusta a tu físico, si llegas bien al suelo, a los mandos o si es cómoda la postura de conducción para ti. Porque todos estos factores pueden hacer que la moto que pensabas adecuada para ti, al final no lo sea tanto.
Elegir el modelo incorrecto de moto
Si lo tuyo es recorrerte kilómetros y kilómetros de camino no deberías comprar una moto deportiva, por ejemplo, aunque sea el modelo por el que suspiras a diario. Piénsate bien el uso que le vas a dar; de lo contrario seguramente acabes cansándote rápido de ella y te arrepientas de la compra. Comprar una moto no es una decisión que se pueda tomar a la ligera y el uso final al que vas a destinar tu moto tiene que ser la razón principal que decante tu elección hacia un lado u otro.
Por ejemplo, para desplazarnos por la ciudad de casa al trabajo y viceversa no sería lo más adecuado comprarnos una trial, ¿no? Con lo bien que viene para estos casos una scooter de toda la vida. Aunque al final el que decide vas a ser tú.
Comprar una moto que te venga grande
No sólo en cuanto a tamaño, sino sobre todo en cuanto a habilidad. Es uno de los fallos más graves que puedes cometer, ya que todos estamos convencidos que tenemos un nivel de conducción mayor al que realmente tenemos. Sería uno de los errores más frecuentes al comprar una moto pensar que tras tener un scooter, estamos capacitados para llevar una superdeportiva, aunque creamos que somos el piloto más prudente del mundo. Lo prudente es pensarlo en frío y tener en cuenta que hay que practicar y practicar hasta tener un dominio total sobre el vehículo.
Sólo la experiencia te enseñará a manejar tu moto de la mejor manera, y sólo el tiempo será capaz de darte esa experiencia. Tómatelo con calma, cuanta más prisa tengas por aprender más errores cometerás, siempre es mejor hacerlo despacio y bien, que rápido y mal. Por ejemplo, hasta que no ganes confianza no es recomendable circular con pasajero en tu moto, el el incremento de peso puede hacerte perder control sobre la moto, deja el viajar con compañía hasta que estés completamente adaptado a tu moto. Y también te sería conveniente conocer algunas claves para ser un mejor motorista.
Comprar una moto más cara de lo que te puedes permitir
Al igual que no debes comprar una moto que supere tu habilidad, tampoco debes comprar una que te deje la cuenta en números rojos. Mira bien dentro de cada marca porque siempre existen facilidades a la hora de financiar la compra de una moto.
Entre los errores más frecuentes al comprar una moto está esta ceguera selectiva que hace que dejemos de tener en cuenta nuestra situación económica. Todas las marcas ofrecen grandes facilidades de financiación, pero no podemos comprar simplemente por impulso. Y cuidado, que no sólo se trata de elegir un modelo con una cuota mensual que podamos pagar, sino que tenemos que pensar también en el mantenimiento que requerirá dicho modelo y sobre todo en el seguro, ya que no cuesta lo mismo asegurar una naked que una superbike de última generación.
Cuida el estado de tu moto
Tenlo claro, cuidar la salud de tu moto es cuidar tu propia seguridad. Una moto en mal estado puede causar situaciones de riesgo fácilmente evitables si sabes cómo mantenerla. Todo, desde vigilar el estado de los neumáticos hasta controlar el engrase de la cadena, pasando por el estado de los frenos, las luces y el nivel del aceite del motor, es de suma importancia y no puede dejarse de lado. Este es otro de los errores más frecuentes al comprar una moto: tratarla como quien tiene una bicicleta, sin tener en cuenta lo ya mencionado acerca de la relevancia que tiene a la hora de proporcionarte seguridad en la carretera.
El buen estado de tu moto es tu responsabilidad, cuídala y no peques de exceso de confianza, la experiencia en moto no sólo se demuestra a la hora de circular.
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