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0 Para todos aquellos que usan un vehículo privado para desplazarse, los períodos de altas emisiones contaminantes no son algo que se pueda ignorar. Aunque menos que los coches, la contaminación de motos también es un factor a tener en cuenta para valorar estas situaciones.
Desde hace ya unos años hemos visto que los episodios de alta contaminación en las grandes ciudades, por desgracia, van aumentando en frecuencia. Esto, además de repercutir directamente en la salud de todos, también tiene un fuerte impacto en todo el tráfico urbano.
Lo que más se puede apreciar son los atascos, el estrés por no saber si vamos a poder circular con nuestro vehículo, transportes públicos abarrotados, seguidos de un largo etcétera.
Cuando se producen estas situaciones existe un protocolo de medidas a aplicar. Entre las restricciones más comunes suelen ser la distinción por matrículas (los días pares pueden circular aquellos vehículos cuyas matrículas acaben en número par y los impares aquellos cuya matrícula acabe en número impar), la reducción de la velocidad máxima permitida a 70 km/h en la M-30 y en sus accesos, y estacionamientos regulados en el interior de la M-30.
En casos de contaminación más graves se puede llegar a restringir la circulación de un alto porcentaje de vehículos (hasta un 50%) o directamente prohibir el estacionamiento.
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¿Cómo afectan los protocolos de contaminación a las motos?
Pues como a todos los efectos una moto no deja de ser un vehículo, todo lo mencionado anteriormente se les aplica de igual manera. Aun así, aunque algo más despacio, los días de alta contaminación que puedas circular con tu moto lo harás en carreteras mucho menos congestionadas y con más tranquilidad.
Sin embargo, si tienes una moto eléctrica no vas a tener que preocuparte de nada, ya que salvo las restricciones de velocidad, las demás no te afectarán para nada.
Con el fomento de estos vehículos cada vez se les da más visibilidad en todas las vías. Actualmente la DGT emite una pegatina que sirve para destacar a todos estos modelos como forma de discriminación positiva. Intenta fijarte cuando circules sobre todo por ciudad en el número de pegatinas azules y verdes que lleven los vehículos.
Hace unos años empezaron a salir al mercado los primeros vehículos híbridos y eléctricos, algunos con precios que podían echar para atrás su compra; pero con el paso del tiempo se han ido fabricando modelos más eficaces y asequibles, y junto con la cada vez mayor concienciación con el medio ambiente podemos ver fácilmente en nuestro entorno un importante crecimiento en esta clase de vehículos.
Empresas de renombre como Honda llevan más de una década apostando por una movilidad sostenible; su objetivo viene definido en su programa Rumbo a Emisiones Cero. Para el 2030 esperan que el 66% de sus ventas sean modelos híbridos o eléctricos. Así esperan eliminar la contaminación de motos de la sociedad.
Otras empresas como Zero Motorcycles sólo fabrican modelos eléctricos aprovechando el aumento de la eficiencia de las redes eléctricas, que al ser fuentes renovables eliminan el gasto en gasolina, por su parte encarecida periódicamente.
El transporte público, el mejor aliado contra la contaminación
El protagonista de los medios cuando se dan estas situaciones de alta contaminación siempre es el transporte público. En estos casos se alienta a la población a que hagan uso de autobuses y Metro, ya que son las medidas que más ayudan a mitigar los altos niveles de emisiones de contaminación de motos y del resto de vehículos. Durante estos períodos se maximizan estos servicios y su capacidad para evitar las aglomeraciones dentro de estos medios.
Aun así, independientemente de los niveles de alerta siempre es recomendable hacer uso del transporte público: como bien se dice, más vale prevenir que curar.
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