0 0
Read Time:9 Minute, 54 Second

Antes de empezar, necesito que hagas un poco de memoria. Necesito que recuerdes aquel o aquellos momentos en algún entrenamiento o carrera en los que perdiste la noción del tiempo. Te pusiste a rodar y rodar y podrías haber rodado y rodado mucho más. Tus padres, tu pareja e incluso tus compañeros de circuito se quedaron de piedra viéndote entrenar sin cesar, pasando vuelta por vuelta de la misma manera por el mismo salto y las mismas curvas. Te encontraste sucumbido a un estado mental en el cual el tiempo parecía no pasar, a la vez que tampoco aparecía la fatiga y cuando te pararon para avisarte de que cerraban el circuito te hiciste la siguiente pregunta: ¿Ya?

Esto, amigos míos, es el famoso FLOW. De esta curiosa palabra americana hablaremos en este artículo, más relacionado con la psicología que con la preparación física, pero que va íntimamente relacionada como más adelante podréis comprobar.

Muchas veces hemos oído e incluso ha salido de nuestras bocas la siguiente frase: “¿has visto  cómo pilota? Tiene mucho FLOW, va muy suelto.” De hecho, hasta en USA hicieron una película de motocross titulada FLOW.

Esta palabra ha sido utilizada durante los últimos años para describir que alguien hace una tarea con mucho estilo, ya puede ser sobre la moto o la bici, aunque éste no es verdaderamente el significado del FLOW o el estado de FLUJO (en su traducción al español).

La denominación del estado de FLOW tenemos que atribuírsela al psicólogo de la Universidad de Chicago, Mihaly Csikszentmihalyi, ¡que por cierto, menudo nombre tiene el tío! Él se dedicó a investigar durante varias décadas los relatos de los mejores momentos en los que se ha rendido al máximo de nuestras capacidades, llamándole a ese estado el “estado de FLUJO”.

La descripción de este estado la podemos definir como aquellos momentos en los que notamos como si nada más existiera mientras estamos realizando una tarea. En nuestro caso, los pilotos podrían notar que los espectadores y los otros pilotos desaparecen, cómo si moto y piloto fueran una unión inseparable. La moto pasa a formar parte de nosotros y pilotamos casi sin esfuerzo, dejándonos llevar por la situación estando en una especie de limbo dentro del presente. No hay preocupación alguna en lo que hacemos y la única motivación descansa en el simple gusto de hacerlo.

Estoy seguro que más de uno de vosotros ha experimentado esta sensación alguna vez. Y si no ha sido sobre la moto, ha sido jugando al baloncesto, corriendo, montando en bicicleta, nadando por el mar o haciendo alguna otra tarea que os guste. Pero la experiencia que puramente refleja este estado es el acto sexual, dónde se crea una gran armonía entre la pareja. Para los amantes de los videojuegos, también recordareis cuando estáis jugando al MX vs ATV, os habla vuestra madre, novia o hijos, y ni os disteis cuenta. He leído que hubo un caso en el cual un cirujano entro en el estado de FLOW y al terminar la operación encontró trozos de techo en el suelo. Parte del techo se había desplomado y él ni se había dado cuenta, vivía sumergido dentro de esa operación.

Hace un tiempo, cuando entrevistábamos a usuarios de la web, preguntábamos que era más importante, ¿el físico o la capacidad psicológica? La respuesta es ambas. La inteligencia en cuanto a las emociones que vivimos y en la toma de decisiones suelen marcar la diferencia en el alto nivel, sobretodo en deportes tan físicos como el motocross. Podemos buscar ejemplos si queréis y el más claro, en mi opinión, es el caso de James Stewart ¿Qué ocurre con James Stewart? En 125 lo ganaba todo, era adorado por todos por su dominio de esa 2t. Utilizó una 250 de 4t en algunas carreras como en Glen Helen y seguía ganando. Subió a 450 y se convirtió en aspirante, un aspirante que no tenía nada que perder. Batalló con Carmichael hasta la última de las vueltas (ver Washougal 2006), pero lo hacía sin presión, era joven y venía de ganarlo todo en el octavo de litro. Ganó dos Nationals con temporadas perfectas y entonces llegaron los problemas. En el SX, Chad Reed se mostró como un serio rival, pero supo mantenerlo controlado ya que en su cabeza seguía pensando que era el “rey”. Hasta el día que llegaron Ryan Villopoto y Ryan Dungey. Ahora él se convirtió en el Carmichael de unos años atrás. Era el turno de defenderse, su rol había cambiado. Su inteligencia emocional se vio mermada y llegaron los errores, uno tras otro en casi todas las carreras, desde ese momento hasta el día de hoy.

James Stewart dejó de entrar en su estado de FLOW hace muchos años. La mente se convierte, por lo tanto, en un factor decisivo a la hora de marcar la diferencia. Si James hubiera mantenido durante todos los años esa mentalidad, me temo que hablaríamos de unos records insuperables en el MX y en el SX.

Podemos hablar también de un piloto que admiro, como es Ryan Dungey. Puede que sea el piloto que más permanece en ese estado mental. Si vemos los tiempos por vueltas en las carreras, la mayoría de los pilotos, al ser superados, bajan su rendimiento. Dungey, la mayoría de las veces, permanece rodando del mismo modo, puede que sucumbido al FLOW y controlando la emoción de pensar que ha perdido esa carrera.

Ahora bien, ¿Qué ocurre con el físico? Como vemos, un piloto muy físico sin controlar la emoción puede acabar muchas carreras sin ningún punto. Pero si éste controla el estado psicológico, puede convertirse en un arma de destrucción masiva. En el año 2003, dos grandes pilotos afrontaban el Mundial de MXGP con aspiraciones al título. Michael Pichon vs Stefan Everts. El francés, tras ganar la primera prueba, ganó las dos siguientes (Bellpuig, Valkenswaard y Teutschenthal). Se veía superior a Everts. Pero un día Everts le venció, creo que fue en el GP de Austria, y los roles cambiaron. Ese año, esa guerra, fue cuestión de cabeza.

Fijaros en Ryan Dungey y Marvin Musquin. Dos pilotos de una fuerza de voluntad y una mentalidad de hierro. Dungey se ha mantenido a la espalda de Villopoto, y no por esa razón ha dado ningún bajón de rendimiento, si no al contrario. Musquin viene de haber estado un par de temporadas en blanco. Con el metódico Aldon Baker como entrenador, ambos han logrado un físico espléndido, que sumando a su gran capacidad mental, les está llevando a dominar todas y cada una de las carreras. Y si no ganan, terminan delante del mismo modo.

Por esta razón, la trayectoria de un piloto puede estar muy marcada por su fortaleza mental y por la capacidad de entrar en este estado de FLOW. Adam Cianciarulo llegaba a las motos grandes en un pletórico estado mental después de ganarlo todo en las categorías inferiores, pero es obvio que al llegar a la élite ha cambiado.

Pero preguntémonos, ¿y cómo se entra y se sale en el estado de FLOW? Para entrar se necesitan muchas cosas, y por esta razón hay que ser muy detallista. Un piloto que planifica todo su entrenamiento con su entrenador y además los ejecuta todos los días, tendrá más facilidad para entrar, pues bien sabe que se encuentra haciendo las cosas de la mejor manera. Un piloto que llega unas horas antes al circuito, se lo recorre andando y ve los puntos fuertes y débiles de cada curva, también tendrá puntos para conseguirlo. Otro que llega con la moto en perfecto estado a la carrera y calienta correctamente, también podrá conseguirlo. Lo mismo si ha dormido las horas adecuadas. Y hay muchas más, si vienes de lograr un ascenso en el trabajo o vienes de aprobar los exámenes, también puedes conseguirlo. Entrar en el estado de FLOW exige experiencias positivas. En mi opinión, la mejor experiencia positiva es el entrenamiento. La disciplina ayuda a la concentración y la concentración te mantiene enfocado en el objetivo, por lo que es fácil entrar en el FLOW. ¿Qué es lo que ocurre cuando un piloto ha estado lesionado o ha entrenado poco? Para él, es imposible librarse de la inquietud emocional de saber que no llega preparado y difícilmente podrá concentrarse.

Ahora bien, ¿cómo se sale? La ansiedad es el principal causante. Vamos rodando a nuestro ritmo y cometemos un error que casi nos provoca una horrible caída. La noradrenalina se dispara y la ansiedad aparece, salir del FLUJO está muy cerca. Vamos primeros en una carrera y el segundo nos supera ferozmente, de nuevo, salir del FLUJO se vuelve más que probable. Por esa razón, muchos pilotos no son capaces de responder a un adelantamiento de un rival.

El estado de FLOW es un estado en el que uno se encuentra tan bien que se absorbe por completo y presta una extraña atención en la cual la conciencia se confunde con la acción. Es decir, podemos dar gas y frenar sin ser conscientes de enviar esa orden. Como he mencionado antes, si de repente reflexionamos por alguna razón podemos salir del estado en un abrir y cerrar de ojos.

Con esto último, quiero que penséis en las carreras de los jóvenes pilotos de 50, alevines, juveniles, cadetes… ¿Cuántos padres hemos visto gritar a sus hijos? Si el objetivo es que el niño llegué al estado en que disfruta y todo se le vuelva relativamente fácil, tan solo un grito puede generarle ansiedad, y con ello, caídas y mal rendimiento. A aquellos padres que gritan a sus hijos cuando cometen algún error y son adelantados, están duplicando la mala sensación que tiene el niño tras ser adelantado. Si además se trata de un niño con cierta sensibilidad, apaga y vámonos. Es necesario mencionar también que el FLOW se encuentra entre la franja que va del aburrimiento a la ansiedad. Si un niño se aburre entrenando solo y además el padre le esta gritando para que realice un salto el cual él se ve incapaz, va a estar muy lejos de aprender y de disfrutar.

Padres de niños pilotos de todo el mundo, intentad mantener a vuestro hijo en un estado sin presión, dándole consejos positivos. Si comete errores, no hay que recriminar con negatividad, si no con positividad para que mejore. Si no, cuando vuelva a cometer los mismos errores aparecerá de nuevo la temida ansiedad.

Si algo es demasiado fácil resulta aburrido, y si es demasiado difícil, genera ansiedad. La experiencia de entrar en el FLUJO genera motivación para hacerlo cada vez mejor. Según el autor que os he citado antes, Csikszentmihalyi, investigó a doscientos artistas, descubriendo que los que habían saboreado el puro gozo de hacer lo que hacían, se convirtieron en auténticos artistas. Los demás, que su única motivación era la fama o la riqueza, abandonaron.

Por esta razón, lo que quiere un niño es pilotar, pero si el padre está más pendiente de ganar esto se traducirá en presión hacia el niño cada vez que suba a la moto.

Y ya no solamente dentro del motocross, si no por ejemplo en tareas como estudiar. Un niño que sucumbe al FLOW estudiando dos horas, rendirá mucho más que otro que estudia cinco pero que la tarea le provoca ansiedad o aburrimiento. Si además de estar aburrido o ansioso, viene el padre y le dice: “si suspendes no vamos a montar en moto el fin de semana”, toma más ansiedad, y luego el padre aún pensará que la culpa es del niño.

En resumen, uno aprende cuando hace algo que le gusta y disfruta comprometiéndose con ello. Es necesario aprender a fluir para aumentar la motivación y hacerlo cada vez mejor.

Espero que después de leer este bonito artículo, recapacitéis sobre situaciones de vuestra vida y sobretodo relacionadas con el motocross. Seguro que veréis algunas cosas de forma distinta.

Happy
Happy
0 %
Sad
Sad
0 %
Excited
Excited
0 %
Sleepy
Sleepy
0 %
Angry
Angry
0 %
Surprise
Surprise
0 %
ale.garciamontes
ale.garciamontes@gmail.com

Average Rating

5 Star
0%
4 Star
0%
3 Star
0%
2 Star
0%
1 Star
0%

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *