El casco es el elemento de protección y seguridad que debemos llevar siempre cuando montamos en moto, pero te surge la duda de ¿cada cuánto debo cambiar mi casco?
Primero, hay que recalcar que no hay excusas para ir sin él, por muy bien peinados que vayamos. Los daños que sufriría nuestra cabeza si recibiera un golpe a más de 17km/h serían muy graves.
Un impacto en el cráneo a 30 km/h supondría la muerte en un 98% de los casos. De hecho, los motoristas que no utilizan casco tienen un 40% más de probabilidades de morir en caso de que sufran un accidente en moto.
¿Cada cuánto debo cambiar mi casco?
1.- Inspeccionar el exterior del casco después de cualquier accidente en busca de marcas profundas. Unos rallajos en la pintura no disminuyen la efectividad del casco, pero si se llega a ver la fibra del casco deberías pensar en llevarlo a que lo revise alguien con más conocimiento.
2.- Si encuentras grandes áreas dañadas o grietas causadas por estrés del material deberás descartar el casco inmediatamente porque este ha sido forzado más allá de su resistencia y no cumplirá más con su cometido.
3.- El interior de un casco está fabricado con poliestireno y está diseñado para absorber parte de la energía en caso de impacto. Debes revisar cuidadosamente esta parte del casco para buscar partes que estén comprimidas. Si el material no vuelve a su forma original deberás cambiar de casco.
4.- Hay que tener en cuenta que una mentonera rota o un visor roto no significa que el casco esté inservible. Estas partes se pueden sustituir (si hablamos de un casco modular). La parte que más atención necesita es la calota y el interior del casco.
5.- Algunos materiales como el pegamento y las resinas envejecen, así que es muy importante prestarle atención a la fecha de caducidad. Dependiendo del fabricante esta caducidad se alcanza a los cinco años o menos.
6.- Por último vigila con cuidado donde guardas el casco. Ni se te ocurra guardarlo cerca de gasolina, pinturas sintéticas o productos de limpieza.
Todos estos, además de poder afectar la integridad del casco pueden dejarte un olor insoportable dentro, y no es nada agradable conducir oliendo a disolvente todo el tiempo. Tampoco es buena idea dejar el casco cerca del motor o el escape caliente, el poliestireno se funde a los 240 ºC y los tejidos interiores tampoco soportan bien el calor excesivo.
En definitiva, si te estás preguntando cuándo debo cambiar mi casco y el tuyo ya tiene más de cinco años, o no los ha cumplido pero no lo has cuidado como es debido, ve pensando en comprarte uno nuevo porque tu cabeza necesita la máxima protección posible.
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