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0 Los tubos de escape de una moto, en general, son piezas básicas para el funcionamiento del motor y, en particular, cumplen una importante función estética. Además tienen una relación directa con el sonido del vehículo.
Los escapes para motos son dispositivos fundamentales para el correcto funcionamiento de un motor de explosión. Su función es evacuar hacia el exterior los gases que se producen en la combustión, contribuyendo también a reducir la temperatura de los humos y a retener algunas partículas contaminantes. También amortiguan el ruido y mejoran el rendimiento del motor.
Las partes principales de los escapes para moto
Están formados por un colector de escape, que se sitúa a la salida de los cilindros del motor por una prolongación que poseen. Cuentan un dispositivo de evacuación y un silenciador.
Es en el silenciador donde vas a encontrar una de las mayores diferencias entre los escapes para moto homologados y no homologados. En los primeros, los gases de combustión siguen un recorrido a través de una estructura laberíntica, formada por tabiques antes de llegar al dispositivo de evacuación, y son más silenciosas.
En los tubos de escape para moto no homologados, no existe esta estructura laberíntica, sino que los gases de combustión pasan directamente al dispositivo de evacuación. La única amortiguación del sonido se producirá gracias a una capa absorbente interior de fibra de vidrio, que también vas a encontrar en los escapes para moto homologados.
Con estos sistemas, la potencia de la moto aumenta ligeramente, el motor emite más ruido y también su consumo es mayor. Todos los escapes para moto están recubiertos en su interior por un material absorbente y es aquí donde se sitúan los catalizadores que captan las partículas contaminantes.
Tipos de escapes para moto
Cuando echas una ojeada a las diferentes opciones comerciales que existen de escapes para motos, encuentras un gran número de posibilidades. La clave es tener información para decidir cuál es el más apropiado.
Puedes fijarte en el material del tubo y, aquí, hay varias alternativas. Los escapes de aluminio, por ejemplo, son ligeros, muy resistentes a la corrosión y presentan siempre un aspecto brillante que los hace parecer nuevos durante mucho tiempo. En caso de un golpe, se pueden abollar.
También puedes encontrar tubos de escape para moto de fibra de carbono, muy ligeros, con una gran capacidad para disipar el calor, pero con precio elevado. Este material presenta un serio inconveniente, relacionado con su fragilidad, ya que puede romperse en el caso de un golpe.
Los escapes para moto de titanio, por su parte, que son los que mejores prestaciones ofrecen. Se trata de un material ligero y muy resistente, aunque también es muy caro.
La forma de instalación puede variar
También, te vas a encontrar con dos tipos de tubos de escape para moto en función de la forma de instalación. Así, puedes optar por escapes para moto tipo “bolt-in”, que se instalan por un sistema de tornillos y tuercas.
Otra posibilidad son los tubos de escape para moto tipo “slip-on”, en los que la unión a los colectores de gases se realiza a través de un codo que forma parte de su estructura.
Los sistemas de escapes para moto que incorpora una motocicleta de serie son siempre sistemas de escape homologados con silenciador, que cumplen con la legislación vigente, en términos de contaminación ambiental y contaminación acústica.
En definitiva, pueden ser varios los motivos por los que quieras cambiar el tubo de escape de tu moto. Normalmente, la razón que aducen muchos motoristas es la reducción de peso y mejorar el sonido. También puede que desees mayor potencia del motor (aunque nunca se consigue un aumento significativo del rendimiento) o la estética del vehículo en general.
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